martes, 5 de julio de 2016

La voz cruel


Alzan la voz cruel 
quienes no vieron el paisaje, 
los que empujaron por el declive pedregoso 
la carne ajena, 
quienes debieron ser almas de todos 
y se arrancaban de ellos mismos 
cuerpos parásitos 
para despeñarlos. 

Mil muertos de sus vidas brotaban, 
mil muertos solitarios 
que miraban desde el suelo, 
durante el último viaje, 
la colosal estatua a la injusticia. 

No eran muertos, 
eran oprimidos, 
seres aplastados, 
ramas cortadas de un amante o de un padre, 
seres conducidos por un deseo imposible, 
topos de vicio 
que no hallarán la luz 
por sus turbias y blandas galerías. 

Alzan la voz cruel 
quienes no vieron el paisaje, 
los que triunfaron 
por la paz interior de sus mentiras. 

¡Oh mundo desigual! 
Mis ojos lloren 
el dolor,  la maldad: 
la verdad humana.

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